En Top Toys creemos en la importancia de los juguetes porque son los primeros objetos con los que todo niño comienza a interactuar y porque marcarán a esa persona para siempre. Por eso, distribuimos juegos, juguetes y manualidades con los más altos estándares de calidad y con un valor educativo.
Todo empezó en 1997, cuando dos profesionales del mundo del juguete con muchos años de experiencia en el sector, decidimos crear esta empresa. Éramos conscientes de los problemas con los que se encontraban las pequeñas tiendas especializadas para encontrar juguetes ajustados a unos estándares de calidad y precio aceptables. Así que nos planteamos el objetivo de ofrecer juguetes de muy buena calidad y de un alto valor educativo con una relación calidad precio ajustada. La idea funcionó, cada vez más tiendas estaban contentas con nuestros servicios y empezó un lento y continuo crecimiento.
Durante los primeros años distribuimos Djeco, Ludi y Pintoy. Poco a poco, fuimos creciendo, incorporando nuevas marcas, como Souza for Kids, Fantashion, B. Toys, Franck & Fischer, Rubens Barn, Play & Go, Lekkid y Cebekit. Todos los productos cumplen con los estándares que nuestros clientes nos exigen. En 2008 el espacio se nos quedó pequeño, así que nos trasladamos a unas instalaciones nuevas y más amplias.
Desde entonces hemos seguido creciendo e incorporando nuevas marcas a nuestro negocio pero también seguimos siendo una empresa familiar: Una gran familia compuesta por empleados, representantes, clientes, proveedores y, sobre todo, los niños.
Si buscas el origen de Top Toys, encontrarás los niños y las niñas. Jugar es esencial para su desarrollo, es el punto de partida, su primer contacto con el mundo tal y como está construido. Algo que les acompañará el resto de su vida. Por eso, lo más importante es que los juegos que tengan hoy sean de calidad, educativos, estimulen su imaginación y su comunicación. Y esto se notará mañana.
Todos los juguetes que distribuimos deben ser de calidad: Se caracterizan porque acompañan a los niños y niñas durante muchos años. Esto es muy importante ya que su valor se basa en la imaginación que contienen, no en botones de encender y apagar, ni en pilas o enchufes. Solo funcionan con la energía de la imaginación.